martes, 23 de diciembre de 2008


No sé a dónde mirar, no sé qué pensar, no sé qué sentir, no sé qué creer.
Esta mañana sentía poder estar bien. Cada persona es un mundo, no todos sentimos igual, no todos enfocamos las cosas del mismo modo. Y suelen decir que la procesión se lleva por dentro, quizá por fuera sólo se vea lo que ya no cabe dentro.
No sé qué actitud tomar... porque los golpes se sienten igual. Yo pienso, uno, individualmente de las cosas que pueda llegar a experimentar en la vida, si tiene fuerza de voluntad... puede salir adelante. Así como si se propone alguna meta, si hace promesas, si tiene proyectos o como quieran llamarlo, si hay voluntad... se logra. No hay excusas. Todo pasa por algo, que alguien me explique qué es ése algo, porque yo no lo entiendo. Quizá carezca de tentaciones, quizá sea demasiado pelotuda o conformista, qué sé yo.
No tengo fé. Ya no.
Estoy plantada en un punto en el que no espero nada... de nadie. Sigo alimentando mis deseos, obvio. No me estoy muriendo... estoy mordiendo una decepción, (como dice Ciro). Otra más. Y estoy tratando de seguir intentando... pero ya casi ni pienso en mí, porque no soy yo sin todo lo que siento que perdí... ¿entonces, qué me queda?.
Si a veces me miro al espejo y me odio, otras me caigo mejor... depende el día. Me planteo planes de futuro y no me siento capaz de realizarlos y otras sí y quiero más... otras no quiero nada. Está todo acá, en el bocho, la mente es poderosa.

Entonces, yo ahora me descargo escribiendo todo ésto... dentro de dos horas estoy leyendolo y pensando 'qué idiota'. Mañana me levanto, y soy 'feliz'. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario